Son herramientas construidas por el ser humano para producir sonidos.
Todos los instrumentos musicales constan de un elemento o elementos que vibran y otro u otros que son capaces de resonar y por lo tanto amplificar el sonido.
Los elementos que vibran en un instrumento musical tienen que ser elásticos, es decir, recuperar su estado una vez que son movidos o golpeados.
La vibración producida por el instrumento musical se transmite por el aire hasta nuestro oído y de ahí a nuestro cerebro.
Los instrumentos varían de forma dependiendo de la época y del lugar del mundo del que se trate.
Los instrumentos musicales se pueden clasificar de muchas maneras. Una de ellas es por el elemento que vibra, por ejemplo así tenemos los instrumentos de cuerda, los de viento y los de percusión.
Dentro de los instrumentos de viento distinguimos el material del que están hechos, madera o metal, menos en el caso de las flautas que aunque son de metal se incluyen en la familia viento-madera porque antiguamente las flautas eran de madera.
En los instrumentos de cuerda, distinguimos según se toque la cuerda, frotada (como violines, violas o violoncelos), pulsada (como guitarras o laúdes) y golpeada (como el piano)
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